de Ireneo en todos sus puntos. Solo hay un Dios único en todas las economías o dispensaciones y un único plan de salvación, que parte de la creación, culmina en la encarnación y se completa en los cielos nuevos y en la tierra nueva. La unidad es la clave de la teología ortodoxa frente al espíritu divisionario y cismático siempre enfrentado entre sí, origen de un sinfín de escuelas y sectas, sin ánimo ni voluntad de construir uno sobre el otro, partiendo de la predicación apostólica, ignorando el
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